Policías municipales de San Cristóbal de Las Casas reclaman un bono municipal de mil 500 pesos por haber participado en el operativo de desalojo de las antiguas instalaciones del INI.
Pá que usted mi estimado lector se dé un quemón de cómo se las gasta el alcalde Mariano Alberto Díaz Ochoa.
Son por lo menos 35 los cuicos que no recibieron su gratificación por garrotear precaristas indígenas, por incendiar sus chozas y salir corriendo, humillados, bajo una lluvia de piedras.
Entre ellos hay algunos lesionados, que ni pá su curación recibieron.
Otra cosa es el reclamo del Sindicato Independiente de Trabajadores al Servicio del Municipio, que ayer volvió a inconformarse con el alcalde Mariano Alberto Díaz Ochoa, porque no atiende sus demandas.
Son 200 los empleados afiliados a ese sindicato.
Llegaron al segundo piso del palacio Municipal y extendieron sus mantas con los reclamos inscritos.
Piden el 20 por ciento de incremento salarial y otras prestaciones laborales, homologas a las que disfruta el sindicato oficial.
Pero naranjas, limas y limones.
Mariano Alberto Díaz Ochoa se aferra a su macho y no cede.
Que si nombró una comisión negociadora, y que él no tiene por qué pasarse horas y horas discutiendo punto por punto el pliego petitorio.
Son prerrogativas legales retroactivas al mes de enero.
El Ayuntamiento debe dar cumplimiento, ya que en términos de la Ley, Mariano Alberto Díaz Ochoa no tiene ni pá dónde hacerse.
De lo contrario tendrá que enfrentar un emplazamiento a huelga con todas las garantías que la Constitución General de la República ofrece a los trabajadores.
Ya lo verán…
En eso de los derechos laborales de los trabajadores, el patrón siempre pierde, es algo que debería saber el Síndico Leobardo de Jesús Cancino Bermúdez, con maestría en derecho procesal penal en una universidad de España.
Pero quién sabe dónde tenga la cabeza…
Tal vez en su Mercedes Benz que se compró a dólares de a 12.50 en Villahermosa, Tabasco.
Los sindicalistas amagaron con irse a Tuxtla Gutiérrez para hablar con el gobernador Juan Sabines Guerrero.
Otra bronca es la de los locatarios de Merposur, que también ayer se manifestaron en el segundo piso del Palacio Municipal. Pegan pancartas y gritan consignas exigiendo la destitución del administrador Julio César Herrera Cárdenas.
Por más que “El Empanada” patalee, su cabeza está en la picota.
Según “El Empanada” –así lo nombraron los locatarios en sus pancartas de reclamo-, los locatarios deben mucho dinero a la Tesorería Municipal.
Y sacó a relucir el nombre de Manuel Collazo, el líder de la OPEACH preso en El Amate.
Muchos frentes los que mantiene abiertos el edil coleto, sin contar que no está en la gracia del mandamás de Chiapas, y no lo está justamente porque brega a contracorriente.
Si el gobernador permite a los ambulantes vender en la plaza central de Tuxtla Gutiérrez, Mariano Alberto Díaz Ochoa los garrotea y expulsa del Centro Histórico.
Sí el gobernador Sabines antepone la negociación y el diálogo para solucionar controversias políticas y sociales, Mariano Alberto Díaz Ochoa les manda a garrotear, quemar sus escasas pertenencias y a encarcelar.
Si el mandatario estatal aboga por la transparencia, Mariano Alberto Díaz Ochoa incuba la deshonestidad, la corrupción, el cochupo.
Si el jefe del Ejecutivo brinda espacios a los graffiteros, Mariano Alberto Díaz Ochoa los criminaliza.
Si Sabines Guerrero impulsa una ley para proteger los humedales de montaña, Mariano Alberto Díaz Ochoa lo desafía promoviendo a hurtadillas amparos masivos.
Si el gobernador de todos los chiapanecos entrega hologramas y legaliza concesiones a transportistas, Mariano Alberto Díaz Ochoa se organiza un paro de taxistas un día antes.
Si la ley de Obra Pública establece la obligatoriedad de constituir un Consejo Consultivo Ciudadano para supervisar la obra pública y fiscalizar el gasto de los dineros públicos, Mariano Alberto Díaz Ochoa lo ignora y él mismo ejecuta, por administración, la obra pública que a su antojo le apetezca.
Así es Mariano Alberto Díaz Ochoa, un dolor de cabeza para el que no hay aspirina posible.
OTRA COSA ES…
la polémica, la controversia, entre los padres de familia de la Escuela Primaria Ángel Albino Corzo, y la Asociación Cultural Na Bolom.
Silvia Hernández Aguilar, presidenta de la sociedad de padres de familia de dicha escuela, ya elaboró un documento que hará publico el viernes.
No cederán su institución a la Asociación Cultural Na Bolom.
La resistencia es y será contundente.
¿Cuándo homenajeará Na Bolom a sus fundadores, Frans Blom y Gertrude Duby?
¿Cuándo mandará a alguien a limpiar de la mala yerba sus tumbas?
¿Cuándo les pondrá una veladora?
¿Cuándo desarrollará a plenitud lo que ya tiene en posesión, la Casa-Museo Na Bolom y la vieja casona de La Enseñanza?